Síntesis descriptiva de la temporada de huracanes 2005 y el huracán "Wilma"
Durante la denominada “temporada de huracanes” del año 2005, en la región IV de la Organización Meteorológica Mundial, se generaron un total de 46 ciclones tropicales, 16 en el océano Pacífico y 30 en el Atlántico. En el Pacífico, el número de ciclones con nombre fue de 15, cifra ligeramente inferior al promedio (de 15,2) de los ciclones con nombre que se presentan en esta cuenca. El Atlántico tuvo una temporada de muy alta actividad ciclónica: el número de ciclones con nombre fue de 27, dieciséis más que el promedio (de 11) de los ciclones con nombre en esta cuenca (Véase Figura 6 y 7).
Figura 6 y 7. Trayectoria de los ciclones tropicales durante el año 2005 en el Pacífico nororiental (izquierda) y Atlántico (derecha).
Fuente: NOAA, National Hurricane Center
En el Pacífico nororiental se formaron siete huracanes, ocho tormentas tropicales y una depresión tropical. El más intenso fue “Kenneth”, el único que alcanzó la categoría 3 en la escala Saffir-Simpson, el de mayor duración y recorrido. Países de América Central, como Guatemala, el Salvador, Honduras y Nicaragua se vieron afectados por el primer ciclón de la temporada con nombre “Adrián”, que tocó tierra como depresión tropical. El único ciclón que afectó directamente las costas occidentales de México durante esta temporada fue la tormenta tropical “Dora” con vientos máximos sostenidos de 65km/h. La distribución de los ciclones tropicales por meses fue la siguiente: uno en mayo, dos en junio, dos en julio, cuatro en agosto, seis en septiembre y uno en octubre (correspondiente a la depresión tropical 16E); se respetó, de este modo, la temporada oficial de huracanes en el Pacífico nororiental, establecida del 15 de mayo al 30 de noviembre, y el máximo periodo de actividad.
En el Atlántico se formaron catorce huracanes, trece tormentas tropicales y tres depresiones tropicales. Los huracanes más intensos fueron “Emily”, “Katrina”, “Rita” y “Wilma” de categoría 5; “Denis” de categoría 4; y “María” y “Beta” de categoría 3, en la escala de Saffir-Simpson. La mayor parte de los países de América Central y el Caribe se vieron afectados de forma directa o indirecta una o más veces por el impacto de un ciclón tropical (ya sea huracán o de rango menor); entre ellos figuran: Cuba, Jamaica, las Antillas menores, las Bahamas, Haití, la República Dominicana y Nicaragua. Siete ciclones afectaron directamente las costas orientales mexicanas, el último fue “Wilma”, el más intenso de la temporada y jamás registrado en esta cuenca oceánica, con vientos máximos sostenidos que llegaron a 280 km/h. La distribución de los ciclones tropicales por meses fue la siguiente: dos en junio, cinco en julio, seis en agosto, seis en septiembre, siete en octubre y tres en noviembre; excepcionalmente (considerando la temporada oficial de huracanes en el Atlántico, de junio a noviembre), se formó un ciclón tropical a finales de diciembre, que se prolongó hasta los primeros días del año posterior. En este caso, no se respetó la temporada oficial de huracanes en el Atlántico (del 1 de junio al 30 de noviembre) y el máximo periodo de actividad.
De entre los récords alcanzados por el huracán “Wilma” desde que se tiene registro destacan: su presión atmosférica de 882 hPa, la más baja registrada en la historia del Atlántico; su gran intensificación, la más rápida de la historia en el Atlántico, con una caída de la presión atmosférica de 98hPa en 24 horas (de 980 hPa a 882 hPa) que supuso un incremento del viento sostenido en 170 km/h (de 110 a 280 km/h); a ello, hay que sumarle un récord en formación de ciclones tropicales (huracanes o de rango menor) en el Atlántico (24); un récord en formación de ciclones con nombre (discriminando las depresiones tropicales) en el Atlántico (21, empatando el récord del año 1933) y en la cantidad de huracanes en el Atlántico (12, empatando el récord del año 1969).
“Wilma” tuvo un tiempo de vida relativamente largo, del 15 al 25 de octubre: la tarde del día 15 de octubre se generó la depresión tropical (la número 24 del Océano Atlántico; DT-24) en el centro del mar Caribe (cerca de las costas de Jamaica), a unos 930 km al este-sureste de Cancún (estado de Quintana Roo, México), con vientos máximos sostenidos de 35km/h y un mínimo de presión atmosférica de 1004 hPa. La madrugada del día 16, el sistema se encontraba más próximo a Cancún, a unos 915 km y ya presentaba vientos máximos sostenidos de 55 km/h. Con el paso de las horas siguió intensificándose; 24 horas más tarde (la madrugada del día 17), la hasta entonces DT-24, evolucionó a tormenta tropical con nombre “Wilma” con vientos máximos sostenidos de 65 km/h y una presión atmosférica mínima de 1000 hPa. Entonces se situaba a unos 860 km de Puerto Morelos (Quintana Roo). Durante el día 17 “Wilma” fue aumentando gradualmente su fuerza y se desplazó de forma lenta y errática frente a las costas de Honduras y Nicaragua, lo que dio cierto carácter de incertidumbre a su trayectoria. Fue el día 18 y 19 cuando “Wilma” se intensificó rápidamente de forma extraordinaria: el día 18 por la mañana, con vientos máximos sostenidos de 120 km/h, se convirtió en huracán de categoría 1 a unos 810 km al este-sureste de Punta Allen (Quintana Roo); al final del día, llegó a categoría 2, con vientos máximos sostenidos de 175 km/h. En la madrugada del día 19, el centro del sistema ya se encontraba a unos 595 km de Punta Allen (Quintana Roo) y alcanzó la categoría 5, catalogándose como un huracán extremadamente peligroso, con vientos máximos sostenidos de 280 km/h, rachas de 345 km/h y un mínimo de presión atmosférica en su centro de 884 hPa. Fue el mismo día por la mañana, cuando se registró el récord de presión atmosférica más baja; entonces, “Wilma”, de categoría 5, se localizaba a unos 520 km de Punta Allen (Quintana Roo). Durante toda esa jornada, fue disminuyendo de forma paulatina la fuerza de los vientos, sin dejar de ser categoría 5 (alternándose a final del día las dos últimas categorías, 4 y 5). En la madrugada del día 20, el huracán ya de categoría 4, con vientos máximos sostenidos de 240 km/h, se situaba a poco más de 300 km al este-sudeste de Punta Allen (Quintana Roo).
Figura 8 y 9. Huracán Wilma frente a la costa de Yucatán (México) (izquierda) y precipitación total estimada
del 17 al 25 de octubre (derecha).
Fuente: NASA
El huracán tocó tierra en la Península del Yucatán el día 21, dejando tras su paso precipitaciones abundantes (Véase Figura 8 y 9). Por la mañana, al acercarse a la costa del estado de Quintana Roo, “Wilma” registró vientos máximos sostenidos de 230 km/h (manteniéndose como categoría 4 en la escala Saffir-Simpson), fuerza con la que avanzó sobre la isla de Cozumel, a la cual el ojo del huracán comenzó a cubrir a partir de las 12 hora local; tres horas después, la isla ya se encontraba rodeada por éste. Su impacto sobre tierra firme supuso una ligera disminución de su intensidad en horas sucesivas: aproximadamente a las 20:30 hora local, tocó tierra como huracán categoría 4 sobre la población de Puerto Morelos (Quintana Roo), con vientos máximos sostenidos de 220 km/h. El día 22 a primeras horas, “Wilma” continuó su avance de forma errática sobre tierra convirtiéndose en huracán categoría 3, con vientos máximos sostenidos de 205 km/h. Pasado mediodía, y después de alternar movimientos erráticos con momentos en los que se mantenía casi estacionario sobre tierra, bajo de categoría a 2, con vientos máximos sostenidos de 175 km/h, a una distancia de unos 20 km al oeste de Cancún (Quintana Roo). El huracán tendió a curvarse parabólicamente tomando un rumbo norte-noreste; a las 19 hora local, aproximadamente, volvió a adentrarse en el mar Caribe (al Golfo de México) sobre Cabo Cantoche (Quitana Roo), con vientos máximos sostenidos de 160 km/h (manteniéndose como categoría 2) que tendían a disminuir. Tomó rumbo hacia las costas de Florida, dejando al este la isla de Cuba y bajo un mar cálido que lo fue alimentando e impedía su disminución a un rango menor en la escala Saffir-Simpson.
Evolución del huracán “Wilma” (del 15 al 25 de octubre de 2005)
*